martes, 26 de abril de 2011

ESDRAS, NEHEMÍAS Y ESTHER. CUARTO PARCIAL


LA ETAPA DEL RETORNO
ESDRAS, ESTER Y NEHEMIAS.

INTRODUCCION.
1.- Sedequias, el último rey de Judá, fue llevado a la cautividad por Nabucodonosor en el año 597 a.C. La ciudad de Jerusalen quedó destruida y el templo arrasado por el fuego en el año 586 a.C.
2.- Daniel y Ezequiel fueron llevados deportados junto con otros ciudadanos de Judá, ambos ministraron y escribieron estando allí. Uno fue sacerdote y el otro primer ministro.
3.- Babilonia cayo en el año 539 a.c.
4.- El primer rey de Persia  Ciro el grande instala a su habil general Dario el Medo como corregente en la ciudad de Babilonia.
5.- Ciro firma el decreto que permitía  a los judíos regresar a su tierra y reconstruir el templo en Jerusalén.
a.- Jeremías habia profetizado el regreso 25:11, 12; 29:10
b.- Isaías había en realidad llamado por su nombre a Ciro 170 años antes Is. 44:28; 45:1.
6.- Hubo tres retornos  separados del remanente judío:
a.- El primera bajo Zorobabel en el 536 a. C.
b.- El segundo dirigido por Esdras  en el 455 a. C.
c.- El tercero conducido por Nehemías  en el 445 a. C.
7.- Se inicia la construcción del templo en el 535 a. C, pero se detienen aproximadamente por diez y seis años por algunas acciones diabólicas. Se termina en el 516 a. C.
8.- Hageo y Zacarias ministraron en este tiempo.
9.- Reyes persas asociados con esta etapa del retorno:
a.- Ciro el grande (539-530 a.C.)----Esd. 1.1-4
b.- Cambises (530-522 a.C.) el hijo de Ciro
c.- Esmerdis (522-520 a.C.)
d.- Dario I el Grande (520-486 a.C.) Permitió que continuara la reconstrucción del templo.
e.- Jerjes I (486-465 a.C.) Asuero del libro de Ester.
f.- Artajerjes (465-424 a.C.) Reino en el tiempo del regreso de Esdras y Nehemías.
ESQUEMA A ESTUDIAR:
I EL PERIODO BAJO LA DIRECCION DE ZOROBABEL. CAP 1-6
EL REY
PROMULGA EL DECRETO.
·      Ciro firma el decreto del retorno (1:1-4)
·      Una minoría judía responde (1:5-11). Unos 40,000 judíos salen para Jerusalén.
EL PUEBLO
REIVINDICA
·      Su genealogía (2)
·      Su teología (3). Al llegar a Jerusalén edifican el altar y observan las fiestas.
EL DIABLO
DIFAMA
·      Procuran que caigan en pleitos internos.(4:1-3)
·      Prueba con la calumnia (4:4-24)

EL SEÑOR
LES SOSTIENE
·      Por medio del ministerio de Hageo y Zacarías (5:1; 6:14)
·      Por  medio de la búsqueda que Darío ordena del decreto de Ciro (6)
LAGUNA DE SESENTA AÑOS.
Tienen lugar los eventos que encontramos en el libro de Esther.

II LA ETAPA BAJO ESDRAS. CAP. 7-10



martes, 5 de abril de 2011

COMPLEMENTO DE LOS LIBROS DE REYES.

1er libro de los Reinos describe el reino de Salomón, a quien Dios por su fe y modestia, dotó de gran sabiduría. Salomón edificó en Jerusalén el templo, que por su riqueza y belleza superaba a todos los palacios y templos paganos contemporáneos.

 En tiempos de Salomón, Israel alcanzó el apogeo de su bienestar y fama (cap. 1-11). Por otra parte, los altos impuestos y los trabajos de construcción pasados, resultaron ser una carga pesada para el pueblo y provocaron su descontento.

Su fama de regente sabio, la ha oscurecido Salomón con su poligamia y cantidad de templos paganos, cercanos a Jerusalén. El descontento con Salomón llevó a que después de su muerte, bajo su hijo, Roboam (cap. 12), el Reino de Israel se dividió en dos: Judá, con reyes de casa de la David en Jerusalén, e Israelita, con reyes de distintas dinastías con la ciudad capital Samaría (980 a.C.).

Después de Roboam, el 1er y 2do libros narran paralelamente los acontecimientos en los reinos de Judea e Israel: los hechos de los reyes, de las hazañas de los profetas, guerras, y estado religioso de estos reinos.

Los reyes de Israel, temiendo que sus súbditos al frecuentar el templo de Jerusalén, quisieran volver bajo el cetro del rey de Judea, comenzaron a edificar en distintas partes de Israel, templos paganos y persuadir al pueblo, que adoraran a los ídolos.

Su política favoreció la apostasía de Dios del pueblo de Israel. En este tiempo decadente para la religión, Dios envió a Israel a varios profetas extraordinarios, que detuvieron el proceso de decadencia espiritual. Entre estos mensajeros de Dios se destacan especialmente los profetas Elías y su discípulo Eliseo.

El profeta Elías ha sido (900 a.C). uno de los más fogosos luchadores por la devoción y la fe verdadera (cap. 17-21). Afligiéndose por la perdición espiritual de su pueblo, Elías ha sido categórico y severo en el castigo de la arbitrariedad. Elías fue convocado por Dios para el servicio profético en el tiempo del impío rey Acab. La sanguinaria esposa de Acab, hija del sacerdote de Sidón, Jezabel, mató a muchos profetas israelitas y llenó a Israel con sacerdotes de Baal. Para hacer comprender a Acab y al pueblo de Israel, Elías afligió la tierra con una sequía de tres años. El mismo se escondió cerca del riachuelo Querit, donde un cuervo le traía el alimento.

Cuando se secó el riachuelo, el profeta se mudó a lo de la viuda Sarepta, donde, por la oración del profeta, en los recipientes no mermó la harina ni el aceite de la viuda. Cuando murió el único hijo de la viuda, Elías con el rezo lo resucitó de los muertes. Al final del tercer año de la sequía, Elías reunió en el monte Carmelo al rey, sacerdotes paganos y al pueblo israelita. Aquí, por la plegaria de Elías, el fuego en la forma de rayó cayó del cielo y quemó ante los ojos de todos la ofrenda, hecha por Elías y todos a su derredor. Viendo este milagro fulminante, el pueblo creyó en Dios y ahí mismo se arrepintió con lágrimas de su idolatría. Los sacerdotes de Baal fueron capturados y aniquilados; después de esto, comenzó a llover y se acabó el hambre.

Por su vida santa y ardiente amor a Dios, el profeta Elías fue ascendido vivo al cielo, sobre un carro ardiente. Con este suceso comienza el 2 libro de los Reinos.

El profeta Eliseo fue discípulo del profeta Elías y durante su ascensión obtuvo su capa y el don profético. Eliseo se desempeñó 65 años, en el trascurso de 6 reyes de Israel (desde Acab hasta Joás). Sin inmutarse decía la verdad a los reyes impíos inculpándolos de su impiedad. Fue profundamente venerado por el pueblo de Israel, se distinguía por su fuerza de espíritu, una fe firme y claravidencia. Hacia su tiempo, en el reino de Israel, las hermandades proféticas alcanzan el máximo desarrollo.

A sus milagros más gloriosos pertenece la resurrección del adolescente, la transformación del agua salada de una fuente en agua dulce y la sanación del jefe de ejército Naamán de la lepra. Aparte, con su claravidencia y sabios consejos, el profeta Eliseo les trajo la victoria a los reyes de Israel. Eliseo falleció siendo muy anciano en Samaria durante el reino de Joás. Jesucristo mencionó varias veces a los profetas Eliseo y Elías. A cada creyente le conviene conocer sus vidas y hazañas.

A pesar de los esfuerzos del profeta Elías, Eliseo y otros, la idolatría y otras costumbres paganas abominables quebrantaron la base espiritual del pueblo israelita. Por el pecado de la apostasía, Dios permitió la destrucción del reino de Israel. Después de varias derrotas por los ejércitos asirios, en el año 722 a.C., cayo el reino de Israel (cap. 17). Después de esto, muchos israelitas fueron desplazados a Asiria, y a su vez, algunos asirios fueron trasladados a Israel. De los israelitas mezclados con los asirios se han formado los samarios.

El siguiente relato del 4to libro de los Reinos se centra en el reino de Judá. De los reyes de Judá conviene recordar al devoto Ezequías. Subiendo al trono después de la muerte de su impío padre, Ezequías se propuso llevar al orden en lo posible a la Judea debilitada. Ante todo su mirada se dirigió al estado interior del país - la religión se debilitó hacia este tiempo. Bajo la influencia de los vecinos paganos, los judíos paulatinamente empezaron a olvidar al Dios verdadero, y comenzar a levantar altares a los dioses paganos, a veces al lado del templo. Ezequías intervino valientemente, destruyendo los templos del los ídolos, talando los bosques y todo lo que hiciera recordar al pueblo a los ídolos.

Con estas medidas restableció la fe verdadera entre los judíos. De los sucesos de su reino el más extraordinario fue la victoria milagrosa, obtenida por el ángel, sobre el ejercito de 185 mil asirios, que sitiaban a Jerusalén, bajo la conducción de Senaquerib (cap. 18). También es aleccionadora la curación milagrosa de Ezequías al que le tocaba morir, pero fue perdonado por Dios por su fe y buenas acciones. Ezequías dejó un recuerdo luminoso en el pueblo, como los reyes piados David y Josías (cap. 22-23). En el tiempo de Ezequías vivía el profeta Isaías, uno de los más grandes profetas de todos los tiempos. Siendo un hombre profundamente iletrado y poeta, el profeta Isaías escribió un libro extraordinario, abundando en profecías acerca del Mesías y de su bendito reino. A Isaías lo llaman evangelista del Antiguo Testamento.

Los sucesores de Ezequías fomentaban la idolatría, perseguían a los profetas y los mataban. Así en el tiempo del hijo de Ezequías, Manasés, el anciano profeta Isaías fue serruchado con una sierra de madera. También sufrió mucho el profeta Jeremías. El reino de Judá, como en el otro tiempo el reino de Israel, se llenó de ilegalidad.

 A pesar de la alianza con los egipcios, el reino de Judá después de sufrir varias derrotas por parte del rey de Babilonia Nabucodonosor, cayó por fin. El magnifico templo de Jerusalén fue destruido hasta los cimientos. Los habitantes fueron muertos o llevados en cautiverio a Babilonia (586 a.C. Cap. 19-25). El cautiverio de Babilonia duró 70 años (empezando desde el primer cautiverio en el 605 a.C.). Terminó en el tercer año del sometimiento de Babilonia al rey Ciro. Los profetas Ezequiel y Daniel le prestaban apoyo espiritual a los hebreos cautivos.

De los libros de Reyes surge claramente la ley inmutable y espiritual: la fe en Dios y la piedad aumenta el bienestar del país y la impiedad lleva hacia la perdición. La fuerza militar, la diplomacia hábil y otras ventajas externas, tiene solamente ventajas secundarias para el bienestar del país. El efecto de esta ley se puede seguir a través de la historia de muchas naciones.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Tercer Parcial Reyes y Cronicas

LIBROS HISTORICOS/ REYES I - II

LIBRO DE LOS REYES
I Reyes (hebreo ' מְלָכים א, Melajim Álef), es uno de los libros del Antiguo Testamento de la Biblia y del Tanaj. Tanto en la Biblia católica como en la judía, es precedido por el Segundo Libro de Samuel, y sucedido por el Segundo Libro de los Reyes. Se lo conoce también como "1 Reyes", "Libro Primero de los Reyes", o "III Reyes" (en los LXX y la Vulgata latina).

• División del libro original
Originariamente, I Reyes formaba un solo rollo con II Reyes y I y II Samuel. El importante tamaño del libro debe haber impulsado a alguien a dividirlo en cuatro partes más manejables, convirtiéndolo en cuatro rollos más pequeños.
Por lo tanto, a todos los efectos prácticos debe considerarse a los cuatro libros como uno solo. De hecho, en las versiones griega y latina se les llama "I y II Samuel" y "I y II Reyes".

Asuntos narrados
Este libro cuenta la historia de los reinos de Judá e Israel (a partir de 1R. 12), haciendo hincapié muy particularmente en la grandeza del reinado de Salomón (1R 1-11).
La historia de los dos reinos

Judá e Israel son considerados independientemente, y analizados en forma exhaustiva y completa. Se estudia un reinado de uno de ellos y a continuación se explica el del reino hermano en el mismo período.



Estructura
La descripción de los reinados sigue una pauta más o menos constante, pero algo diferente para cada uno de los reinos:
Reino de Judá
1. Sincronismo del rey en cuestión con su contemporáneo de Israel;
2. Edad del soberano al subir al trono;
3. Duración del reinado;
4. Nombre de su madre; y
5. Juicio religioso sobre su mandato.
Reino de Israel
1. Sincronismo del reinado con el de Judá;
2. Duración del reinado; y
3. Juicio (siempre negativo) que incluye una condena general de índole religiosa y una condena individual por haber continuado el error de dividir el reino.

Fórmulas de cierre
Son iguales para ambos reinos:
1. Referencias detalladas a los anales de Judá e Israel;
2. Muerte del rey y mención de su sepultura; y
3. Si corresponde, nombre del hijo que lo sucede.

Discordancias en la estructura
La rígida estructura de los Libros de los Reyes se viola sólo en tres oportunidades: a partir de la caída de Israel, durante el ciclo de Elías y al narrar la historia de Eliseo.

Intención del autor y doctrina

El escritor bíblico manipula libremente sus fuentes: a veces las nombra y cita, pero otras se aparta de ellas, las silencia y las omite.
Cuenta brevemente y con ligereza la expedición egipcia contra Palestina (1Reyes 14:25-28), relatando solamente el robo del Templo de Jerusalén por parte del Faraón y el modo en que se apropiaron de los escudos mandados a confeccionar por el rey Salomón. En cambio, no menciona en absoluto la decisiva batalla de Qarqar (853 adC).

La explicación es que los Libros de los Reyes no son en realidad históricos (una constante en esta sección de la Biblia) sino historias religiosas.

El autor se concentra en el Templo porque en él se consuma la relación del pueblo con Dios. Las normas del culto siguen al Deuteronomio y, en este sentido, el cumplimiento de la Ley (que se guarda precisamente en el Templo) y la reforma religiosa son el fin y el origen de la narración que el autor está redactando (al menos en su versión original).

Temas fundamentales
El concepto básico que transmiten los Libros de los Reyes se puede resumir con estas palabras: Un solo Templo y un solo Dios.

Como Reyes no es un libro histórico sino la demostración de una tesis teológica, la conclusión se lee, por ejemplo, en la plegaria de Salomón en la ceremonia de dedicación del Templo (1R. 8).

Cada reinado, a su vez, colabora con esa demostración, porque todos los reyes de Israel son condenados. De los de Judá, solo ve con buenos ojos el autor a ocho (los ocho que han enfrentado al paganismo, han ayudado al Templo o han sido fieles a la Ley). De los ocho, solo dos son alabados extensamente.

Salomón (1 REYES 1-11)



Salomón (llamado también Jedidías en el Tanaj, o Antiguo Testamento) fue el tercer y último rey de todo Israel, incluyendo el reino de Judá.

Construyó el Templo de Jerusalén fue célebre por su sabiduría, riqueza y poder.
Según la Biblia se le considera el hombre más sabio que ha existido en la Tierra.
Se le atribuye la autoría del Cantar de los Cantares, así como del libro de los Proverbios.
Es el protagonista de muchas leyendas posteriores, y se le considera también uno de los maestros de la Cábala.
En la Biblia se dice del rey Salomón que:

«Heredó un inmenso imperio conquistado por su padre el rey David, que se extendía desde el Nilo, en Egipto, hasta el río Éufrates, en Mesopotamia. (1 Reyes 4:21; Gén. 15:18; Deut. 1:7,11:24; Jos. 1:4; 2 Sam. 8:3; 1 Crón. 18:3)
Tenía una gran riqueza y sabiduría. (1 Reyes 10:23)
Administró su reino a través de un sistema de 12 distritos. (1 Reyes 4:7)
Poseyó un gran harén, el cual incluía a «la hija del faraón». (1 Reyes 3:1; 1 Reyes 11:1,3; 1 Reyes 9:16)
Honró a otros dioses en su vejez. (1 Reyes 11:1–2,4–5)
Consagró su reinado a grandes proyectos de construcción. (1 Reyes 9:15,17–19) »

El relato bíblico
Salomón fue el segundo de los hijos que tuvieron David y Betsabé. En la Biblia, el profeta Natán informa a David de que Dios ha ordenado la muerte a su primer hijo como castigo por el pecado del rey, quien había enviado a la muerte a Urías, marido de Betsabé, para casarse con su esposa (2Samuel 12:14). Tras una semana de oración y ayuno, David supo la noticia de la muerte de su hijo y consoló (redimio)a Betsabé, que quedó embarazada de Salomón.
La historia de Salomón se narra en el Primer Libro de los Reyes, 1-11, y en el Segundo Libro de las Crónicas, 1-9. Sucedió a su padre, David, en el trono de Israel hacia el año 970 adC (1Reyes 6:1). Su padre lo eligió como sucesor a instancias de Betsabé y Natán, aunque tenía hijos de más edad habidos con otras mujeres, sobre este punto podemos decir lo siguiente: el hecho que David no sucediera su trono al hijo mayor como la tradicion monarquica de la epoca indicaba pudo haber sido a causa de la carga interior de haber danado la vida de Betsabe, y ver en esto la oportunidad de parte de Dios de redimirla de tal suceso; tambiem podemos notar una vez mas que el corazon de David siempre estubo con Dios y la boluntad de El siempre la acato David, asi como recibio la muerte de su primogenito con Betsabe asi Dios lo redime a el dandole el futuro rey y al hombre mas sabio.
Fue elevado al trono antes de la muerte de su padre, ya que su hermanastro Adonías se había proclamado rey.
Adonías fue más tarde ejecutado por orden de Salomón, y el sacerdote Abiatar, partidario suyo, fue depuesto de su cargo, en el que fue sustituido por Sadoc al incluir a Sadoc como sacerdote se estaba restituyendo el sacerdocio a través de la línea Aarónica ya que este era descendiente directo de Eleazar hijo mayor de Aarón en cambio Abiatar su línea venia de Itamar el hijo menor de Aaron(I CRON. 24.1).
Del relato bíblico parece deducirse que a la ascensión de Salomón al poder tuvo lugar una purga en los cuadros dirigentes del reino, que fueron reemplazados por personas leales al nuevo rey.
En la Biblia se destaca la sabiduría de Salomón, y se cita como ejemplo el llamado juicio de Salomón (1Reyes 3:16-28). Asimismo se resalta la prosperidad de su reino, que coincidió con el momento de mayor esplendor de la monarquía israelita. Salomón se rodeó de todos los lujos y la grandeza externa de un monarca oriental. Mantuvo en general la paz con los reinos vecinos, y fue aliado del rey Hiram I de Tiro, quien le auxilió en muchas de sus empresas. Consolidó el poder político de Israel en la región contrayendo matrimonio con una de las hijas del faraón del Antiguo Egipto Siamón.
Emprendió numerosas obras arquitectónicas, entre las que destaca por encima de todas la construcción del Templo de Jerusalén como lugar para la permanencia del arca de la Alianza (1Reyes 6), aunque destaca también la erección de un fabuloso palacio, en la que invirtió trece años, y obras públicas como la construcción de un terraplén que unía el templo con la ciudad de Jerusalén. En sus construcciones participó un gran número de técnicos extranjeros, como albañiles y broncistas de Tiro o carpinteros de Gebal. Entre todos ellos destaca el arquitecto Hiram (1Reyes 7:13-14), y se importaron lujosos materiales procedentes de Fenicia.
Durante su largo reinado de 40 años, la monarquía hebrea tuvo su momento de mayor prosperidad económica. La seguridad interna y el control de las vías de comunicación facilitaron una amplia expansión del comercio hebreo. Se dice en la Biblia (1Reyes 9:28) que sus naves llegaron hasta Ofir, en algún lugar del Mar Rojo, donde cargaron 14.300 kg de oro, y el esplendor de su corte llamó la atención de la reina de Saba. Sin embargo, en la segunda mitad de su reinado, cayó en la idolatría, inducido por sus numerosas esposas extranjeras. De acuerdo con 1Reyes, 11:3, «tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas, y sus mujeres le desviaron el corazón». (1Reyes 11:3).
Este pecado fue, según la Biblia, la causa de que a su muerte se dividiera el reino de Israel. Jeroboam se rebeló y fue nombrado rey de diez de las doce tribus de Israel (todas excepto Judá y Benjamín). Como rey de estas dos últimas, con capital en Jerusalén, le sucedió su hijo Roboam, cuya madre era Naamá, ammonita.
Pero aunque cometió este pecado, se arrepintió y luego escribió el libro de Eclesiastés para aconsejar a otros a que no siguieran su ejemplo. Allí menciona «vanidad de vanidades, todo es vanidad» y esto se refiere a su vida inicua. Salomón escribe este libro como un testimonio y ejemplo de que las cosas de este mundo no son duraderas.

martes, 15 de febrero de 2011

SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL

      
El Rey Saúl: su ascenso y caída
ASCENSO
1SAMUEL 8
Israel demanda un rey. Las razones fueron:
Samuel estaba envejeciendo.
Sus hijos no se portaban bien.
Israel quería ser como las demás naciones
1 SAMUEL 9
Saúl es escogido por Samuel por indicaciones de Dios:
Saúl busca el consejo de Samuel en relación con unos animales extraviados. Samuel le comparte los planes de Dios.
1 SAMUEL 10
Samuel es ungido en Ramá y aclamado como rey en Mizpa.
Comienza en forma humilde y en cierta forma resistiéndose a reinar. Véanse 9:21; 10:22; 27; 11: 12-15
1 SAMUEL 11-12
Su liderazgo queda confirmado en la liberación de Jabes de Galaad(amonitas).
Esta ciudad israelita estaba cercada por los amonitas. Saul moviliza un ejercito libera la ciudad, Samuel le insta a que siempre sirva a Dios.
CAIDA.
Primer paso:   Se entremete en la tarea de los
                        sacerdotes(1S.13)
Segundo paso: Ordena la muerte de su propio hijo
                       (1S14)
Tercer paso: Perdono a Agag, rey de Amalec, el
                     enemigo de  Dios.(1 S15)
Cuarto paso: Es poseído por un espíritu malo 
                    (1S16:14;18:10;19:9)
Quinto paso: Intenta matar a David       
                     (1S18:11,21,25;19:1,10,15)
Sexto paso: Maldice a su propio hijo e intenta matarlo
                   (1  S.20:30-33)
Séptimo paso: Mata a ochenta y cinco sacerdotes de
                       Dios de la ciudad de Nob(1S 22:17-19)
Octavo paso: Acude a la adivina de Endor y muere en el
                       campo de batalla.( 1S. 28,31)


La transición de Saúl a David lo podemos ver en las palabras del siguiente pasaje: 1 Samuel 13:14
"...Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón..."
              
LA  VIDA DE DAVID
1 SAMUEL
2 SAMUEL
EL PASTOR
16: 1-13

EL CANTOR
16: 14-23

EL SOLDADO
17: 1-58

EL CENTRO DE ATENCION
18-31

EL SOBERANO

1-10
EL PECADOR

11
EL AFLIGIDO

12-21 (1 CRO.20,21)
EL ESTADISTA

21:1-14
EL ESTADISTICO

24
EL PATROCINADOR

1 CRO. 22-29
EL ESCRITOR

22:1; 23:1-3
EL SABIO

1 REYES 2
  

     Datos importantes:

  • Tanto uno y dos de Samuel y los primeros doce capítulos de uno de Reyes, conforman el periodo conocido como el del Reino Unido.
  • Los personajes principales del Reino Unido son Samuel, Saul, David, Salomon.
  • El mensaje principal de la unidad del reino es: "la obediencia a Dios", el cual venimos viendo desde Josué, si son fieles tendrán bendición sino les vendrán maldiciones (y seréis esclavos) 
  • SAUL DE UNGIDO A RECHAZADO
  • DAVID DE PECADOR A SER AMIGO DE DIOS
  • SALOMON DE SABIO A ESCLAVO                                                                                                                                                                                                                                                           

martes, 8 de febrero de 2011

PRIMER LIBRO DE SAMUEL

SEGUNDO PARCIAL.
PRIMERO Y SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL, PRIMERO Y SEGUNDO DE REYES Y CRONICAS.
INTRODUCCION A PRIMERO DE SAMUEL.
Primero de Samuel es la historia de dos hombres, de Saúl y de David. Estos dos hombres nos sirven de ejemplo para mostrarnos los dos principios que hay en el corazón de todo creyente que se esfuerza por andar en la presencia de Dios. Son los principios de la carne y de la fe. Saúl es el hombre que representa la carne y David el que representa la fe, el creyente carnal y el creyente espiritual. El hecho de que estos dos hombres fuesen reyes es un precioso ejemplo de la supremacía de la voluntad en la vida humana. Como veremos en el libro de Ester, cada uno de nosotros es un rey sobre un reino y nuestra voluntad es suprema en nuestra vida y ni siquiera la transgrede la voluntad de Dios. Gobernamos sobre el reino de nuestra vida y nuestros asuntos, sobre las cosas que nos conciernen personalmente así como aquellas otras que tienen un impacto y ejercen una influencia sobre las vidas de otras personas. Por lo tanto, lo que usted, el rey, diga y haga, influencia todo el reino sobre el que usted reina.
Estos dos reyes sirven de ejemplo de estos dos principios que están en conflicto en la vida de usted y en la mía. Saúl es un ejemplo de la ruina causada por la voluntad que depende de la carne. En David tenemos un precioso ejemplo de la bendición que produce la mente que actúa conforme al Espíritu. "Porque la intención de la carne es muerte, pero la intención del Espíritu es vida y paz. En 1ª de Samuel las vidas de estos dos hombres sirven de ejemplo de este conflicto.
El libro comienza de hecho con la historia de un tercer hombre, de Samuel, que es la expresión humana de la voz de Dios hablándole tanto a Saúl como a David. (Usted y yo tenemos en nuestras vidas la expresión de la voluntad de Dios para nosotros por medio de su Palabra transmitida por aquellos hombres y dirigentes de iglesia que nos enseñan y nos explican la palabra. Dios nos habla de manera objetiva además de subjetiva. Samuel es una imagen de ello.) Estos tres hombres sirven para establecer las partes en que se divide este libro.
·         Los primeros siete capítulos nos hablan acerca de la vida de Samuel.
·         Los capítulos 8 al 15 son acerca del Rey Saúl, el hombre según la carne.
·          De los capítulos 16 al 31, David, el hombre de fe, se destaca como ejemplo de la mente que descansa en el Espíritu.
Samuel fue el último de los jueces y el primero de los profetas. Los acontecimientos que se mencionan en este libro tienen lugar después de que Israel ha estado viviendo trescientos o más años gobernada por los jueces. (Durante ese tiempo sucedió el episodio de Rut.) Samuel es el instrumento escogido por Dios para concluir el gobierno de los jueces e introducir el principio del ministerio profético y de la monarquía.
El libro empieza con la maravillosa historia de Ana, una mujer estéril, esposa de Elcana. Este hombre tenía dos mujeres. La otra mujer era una mujer prolífica, que ridiculizaba y se burlaba de la esterilidad de Ana. La infertilidad de Ana es muy simbólica, al aparecer al principio mismo del libro, porque es un ejemplo del estado espiritual de Israel en esos momentos. El pueblo al que Dios se le había manifestado había caído en un estado de absoluta infertilidad e infructuosidad. El sacerdocio que había establecido Dios, junto con el tabernáculo y sus rituales, es decir, los medios de los que se podía valer el pueblo para tener acceso a él, estaba empezando a desaparecer.
 La causa de esta situación la encontramos en el cántico de Ana, después de que fuese contestada la oración que había hecho a Dios y de que le diese un hijo, llamado Samuel. Toda mujer debería memorizar este glorioso cántico. En él Ana es una imagen del problema del que se ocupa esencialmente el libro.
"No multipliques palabras altaneras: cesen en vuestra boca las palabras insolentes. Porque Jehová es un Dios de todo saber; por él son examinadas todas las acciones. Los arcos de los fuertes son quebrados, pero los que tropiezan se ciñen de poder."
El resto del canto destaca de una manera magnifica la habilidad que tiene Dios para exaltar a los humildes y humillar a los orgullosos.
En este libro se destacan el eterno conflicto entre el corazón orgulloso, que confía en sí mismo y en su habilidad para resolver las cosas, y el espíritu humilde que espera en Dios, dependiendo enteramente de él, recibiendo toda la plenitud de su divina bendición. Ese era el problema que tenía Israel. El sacerdocio estaba fallando, no porque hubiese algo de malo en el sacerdocio (que no era otra cosa que la imagen del ministerio del Señor Jesucristo), sino porque el pueblo se negaba a inclinarse ante el Señor. Se negó a buscar ser limpios y a dejar atrás su adoración a los ídolos. Como resultado de ello, su acceso a Dios fue eliminado. Por lo tanto, el sacerdocio estaba a punto de desaparecer de la escena como un medio efectivo de meditación entre el pueblo y Dios.
Al llegar a este punto nos encontramos con el relato, que conocemos tan bien, del nacimiento y la infancia de Samuel. Cuando Samuel no es más que un muchachito, le llevan al templo y es dedicado a Dios, convirtiéndose en la voz de Elí, el sacerdote, y recibiendo un mensaje de juicio. Más adelante se convierte en la voz de Dios ante la nación, en especial los dos reyes, Saúl y David.
 Los primeros siete capítulos nos cuentan la historia acerca del deterioro de Israel. El arca de Dios, aquel lugar donde Dios mismo escribió su nombre y donde moraba su presencia, fue llevada cautiva por los filisteos, que se la llevaron a su propio país. Debido a que Eli el sacerdote, no consiguió que sus hijos le obedeciesen (que es una poderosa palabra de advertencia acerca de la actual delincuencia juvenil), y a pesar de que su corazón era recto, es eliminado del sacerdocio. Y cuando nace el nieto de Eli, su madre le pone el nombre de Icabod, que quiere decir "gloria desaparecida. Aquí Israel llega a uno de sus estados más bajo de toda su historia nacional.
Entonces es cuando aparece en escena el Rey Saúl. En el capítulo 8, versículos 4 y 5, el pueblo exige que les sea dado un rey, como tienen otras naciones:
"Entonces todos los ancianos de Israel se reunieron y fueron a Samuel, en Ramá, y le dijeron: --He aquí que tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos. Por eso, constitúyenos ahora un rey que nos gobierne, como tienen todas las naciones."
El principio de la carne está manifestándose en la nación de Israel para destruir su comunión, la relación que tiene con Dios y su disfrute de su bendición.
El mismo principio se halla entrelazado en la vida de cada cristiano, y puede expresarse de muy diversas maneras, que están claramente indicadas en todo este libro:
·         La primera es que les sea concedida autoridad como al resto de las naciones. En otras palabras, que pueda seguir adelante con sus asuntos como lo hace el resto del mundo. Si nuestra mente la tenemos puesta en la carne, deseamos interponer el principio de la perspicacia en los negocios en todo lo relacionado con la iglesia, deseando adoptar las tácticas de venta del mundo, sin confiar en la estrategia del Espíritu Santo, sino nombrando un comité que planee un programa y entonces le pedimos a Dios que intervenga, lo bendiga y haga que funcione, aunque es nuestro programa en lugar de ser el suyo. Este principio está siempre funcionando, reflejado en el rechazo, por parte de Israel, de la autoridad y la soberanía de Dios y su deseo de ser gobernada como todas las demás naciones.
Ahora bien, esta petición fue concedida por Dios. Samuel se mostró disgustado cuando le pidieron un rey, porque sabía que ese no era el programa de Dios, de modo que oró al Señor y él le dijo a Samuel:
"Y Jehová le dijo: --Escucha la voz del pueblo en todo lo que te diga, porque no es a ti a quien han desechado. Es a mí a quien han desechado, para que no reine sobre ellos. De la misma manera que han hecho conmigo desde el día en que los saqué de Egipto hasta el día de hoy, abandonándome y sirviendo a otros dioses, así hacen conmigo también. Ahora pues, escucha su voz, pero adviérteles solemnemente y declárales cuál será el proceder del rey que ha de reinar sobre ellos." (1ª Sam. 8:7-9)
Así es como actúa siempre Dios. Creo que una de las más importantes lecciones que podemos aprender acerca de Dios es que cuando queremos algo con suficiente desesperación, nos lo concede, pero al mismo tiempo debemos de estar listos para afrontar las consecuencias. Esto se aplica a todo en la vida, ¿no es así? Supongamos que tengo delante de mi dos vasos de líquido y los dos parecen agua. Uno de ellos es, efectivamente agua, pero el otro es veneno. Tengo que decidir entre beberme el veneno o el agua. Si opto por beberme el veneno, ya no tendré influencia alguna sobre lo que suceda y los resultados serán inevitables. Una vez que haya decidido, tendré que aceptar los acontecimientos que tengan lugar a continuación. Por todas las Escrituras nos encontramos con que así es como Dios trata a los hombres. Si queremos algo con verdadera desesperación, podemos tenerlo. Pero cuando lo consigamos, no lo querremos. Si empezamos a tener hambre, sed y a anhelar lo que deseamos, como sucedió con este pueblo, en lugar de confiar en que Dios nos de lo que necesitamos, descubriremos que lo que deseábamos ya no es lo que queremos. Nuestro único recurso es volver a Dios, arrepentidos, y pedirle que nos dé lo que necesitamos.
A continuación nos encontramos con la impresionante historia de Saúl. Es el relato fascinante de un joven, como tantos jóvenes de hoy en día, que vivía teniéndole sin cuidado y sin ningún interés en lo que Dios pudiera desear para él. Estaba muy ocupado participando en el negocio de los burros con su padre y los burros requieren muchos cuidados.
Samuel estaba gobernando y juzgando a la nación y a ellos les complacía dejar que él se hiciese responsable porque Saúl y su padre estaban demasiado ocupados con el negocio de los borricos. Es maravilloso poder seguir el curso de lo que hizo Dios con este hombre y de qué modo se manifestó a él. Aquí tenemos el caso de un joven que elimina a Dios de sus pensamientos, que no tiene tiempo para él ni ningún interés auténtico en él.
Todos conocemos a personas como Saúl. ¿Cómo cree usted que Dios tocó su vida? La verdad es que hizo lo que era perfectamente evidente. El mismo se metió en el negocio de los burros, hizo que se perdieran los burros de Saúl. Cuando estos se extraviaron, Saúl se mostró irritado y ni siquiera se le pasó por la mente que Dios pudiera tener algo que ver en el asunto. Lo único que se le ocurrió fue que era posible que alguien hubiese dejado la verja por la que salían a pastar abierta, por lo que salió en busca de los borriquillos.Después de una prolongada e infructuosa búsqueda, llegó a la ciudad en la que vivía Samuel.
En el capítulo 5 vemos que está a punto de darse por vencido y regresar a su casa, cuando su criado le dijo: "Vayamos y preguntemos al hombre de Dios, que vive aquí, dónde están los burros. Saúl no se mostró muy entusiasmado con aquella idea. De hecho, lo que quería era mantenerse lo más alejado posible del profeta, porque los profetas eran personas muy inquietantes, y lo que deseaba era regresar a su casa, pero el criado prevaleció sobre él para que fuese a ver a Samuel, y ante la sorpresa de Saúl, Samuel le estaba esperando. Dios le había dicho el día anterior a Samuel que vendría a su puerta un joven llamado Saúl y Samuel le tenía preparada una buena cena para Saúl y sus sedientos invitados y Saúl, ante su consternación, era su invitado de honor y apenas si sabía lo que estaba sucediendo. Los dichosos burros le habían metido en aquel lío y lo que quería era salir de él tan pronto como fuese posible, pero Samuel le cogió a un lado cuando acabaron de cenar y le anunció algo realmente asombroso: "Dios te ha ungido le dijo Samuel, "para ser rey de Israel. (10:1)
Saúl había salido con el propósito de buscar a los borriquillos y había acabado como rey de Israel y no tenía el más mínimo interés en el trabajo, pero Samuel le dijo que Dios le enviaría tres señales de que estaría con él, y luego le envió a casa. Y claro, aquellas señales se cumplieron: una la vemos en 1 Sam.10:2, la dos se cumple en 1 Sam.10:3 y la tres era que se encontraría con un grupo de profetas y el Espíritu de Dios se posaría sobre él y comenzaría a profetizar.
 Cuando Saúl comenzó a profetizar juntamente con los demás estudiantes del seminario, es decir, todos aquellos que asistían a la escuela de los profetas, se corrió la voz por toda Israel y la gente decía: "¿Acaso el hijo de Quis es también uno de los profetas? (10:11) Cuando Saúl iba hacia su casa se encontró con su tío, que le dijo: "¿Qué ha estado sucediendo? A lo que Saúl le contestó: "Salí en busca de los burros y me encontré con Samuel y me dijo que los burros estaban a salvo en casa. (10:14-16) No le dijo ni una palabra acerca de la unción ni la nueva comisión que le había encomendado Dios. Saúl quería sacarle el máximo provecho a su vida y no tenía el más mínimo interés en lo que Dios pudiera desear que hiciese, a menos que pudiera valerse de Dios para llevar a cabo sus propios propósitos, de modo que no le dijo nada. Pero Samuel no había acabado con él. Le dijo al pueblo de Israel que Dios había escuchado la petición de ellos y les iba a dar un rey, de acuerdo con sus deseos. Samuel reúne a todo el pueblo con el fin de echar suertes para escoger un rey. La suerte es echada para empezar sobre las tribus y cae sobre la de Benjamin. A continuación sobre el grupo familiar y recae sobre la familia de Quis y a continuación sobre las diferentes personas y recae sobre Saúl. Entonces todo el pueblo comenzó a preguntar: ¿Dónde está Saúl? Nadie podía encontrarle en ninguna parte y finalmente el Señor dijo: "Se ha ocultado entre los equipajes. Y allí fue donde le encontraron.
¿Por qué se había ocultado? ¿Era debido a que era tan modesto que no quería que nadie organizase ninguna celebración por su causa? ¿Podía ser debido a que era tímido y apocado? No, el relato indica que Saúl se había ocultado porque le resultaba bastante inconveniente hacer lo que Dios deseaba que hiciese. Quería vivir su propia vida a su manera y estaba intentando alejarse del llamamiento de Dios.
PRIMERAS PROESAS DE SAUL.
Saúl manda a convocar a todo el pueblo para que se reúnan y ante su gran satisfacción, treinta y seis mil personas responden a su llamamiento. Todos juntos se dirigen hacia donde se encuentran los amonitas y los destruyen, consiguiendo una gran victoria. Y Saúl empieza a sentir que ese asunto de servir a Dios posiblemente no esté tan mal y hasta era posible que lo pudiera usar para su propio beneficio.
PRIMEROS ERRORES DE SAUL.
Pero la próxima batalla con la que se enfrenta es con los filisteos. Sucedía que los filisteos no eran sencillamente una tribu, que fuese poderosa solo en su propio territorio limitado, como había sucedido con los amonitas, sino que Saúl se tiene que enfrentar con una nación que era equivalente a la Unión Soviética o los Estados Unidos, una de las principales potencias mundiales. Al enterarse los filisteos de la pequeña dificultad con que Jonathán, el hijo de Saúl, había causado al derrotar a su ejército en Gaba, reunieron a treinta mil cuadrigas de hierro, seis mil hombres de a caballo y una multitud de gente tan enorme que ni siquiera los propios filisteos podían contarlas.
Cuando Saúl miró por la ventana y vio a aquella horda de personas que avanzaban hacia él, se dio cuenta de que su labor como rey no era tan fascinante como había pensado. De modo que volvió a mandar recado de nuevo por toda Israel, esperando que su pueblo le apoyase como lo había hecho con anterioridad. Esperó y esperó, y por fin aparecieron mil personas y luego otras mil y otras mil. Sucedía que aquellas eran las tres mil tropas que él había seleccionado ya y esperaba que viniesen más, pero no fue así. Comparó entonces aquellos tres mil que no eran nada en comparación con la multitud y la tremenda fuerza con que contaban los filisteos y mandó llamar a Samuel, que le dijo que le esperase en Gilgal mientras él ofrecía un holocausto al Señor. El hombre carnal depende de sus propios recursos hasta que se mete en problemas y entonces es cuando clama al Señor, pidiendo su ayuda. Pero como siempre, Dios le llevaba la delantera a Saúl y Samuel se demoró en regresar. Mientras Saúl esperaba, no hacía más que ver como sus soldados se iban marchando uno por uno, regresando a sus casas, de manera que los tres mil soldados quedaron reducidos a dos mil y luego a mil, hasta que por fin no le quedaron más que 600 hombres. Para entonces, Saúl estaba desesperado y cuando, después de cinco o seis días, Samuel no hubo regresado, Saúl decidió él mismo ofrecer un holocausto. En cuanto hubo acabado, apareció Samuel en escena. El anciano profeta tenía una expresión muy seria al decirle: "¿Qué has estado haciendo? a lo que Saúl le contestó: "Bueno, te he estado esperando, pero cuando vi que los hombres regresaban a sus casas, pensé que debía hacer algo, de modo que finalmente me obligué a mi mismo a ofrecer el holocausto. Sabía que no podíamos atrevernos a salir a la batalla sin hacer antes esta clase de ritual y como no estabas aquí, lo hice yo mismo. (13:12) Cuando lo oyó, Samuel le dijo a Saúl:
"Pero ahora tu reino no será duradero, Jehová se ha buscado un hombre según su corazón, a quien Jehová ha designado como el soberano de su pueblo, porque tú no has guardado lo que Jehová te mandó." (13:14)
SEGUNDO ERROR DE SAUL.
Después de haber edificado un altar, Dios hace que caiga sobre sus rodillas y le concede una última oportunidad. Al principio del capítulo 15 dice:
"Samuel dijo a Saúl: --Jehová me envió para ungirte como rey de su pueblo Israel. Escucha, pues, ahora las palabras de Jehová. Así ha dicho Jehová de los Ejércitos: Yo castigaré a Amalec por lo que hizo a Israel, porque se le opuso en el camino cuando subía a Egipto. Ve ahora y ataca a Amalec, destruye completamente todo lo que le pertenece. No le perdones la vida; mata a hombres y mujeres, a niños y a bebés, vacas y ovejas, camellos y asnos."
Esta era la última oportunidad de Saúl, porque si Saúl hubiese obedecido a este mandamiento, hubiera demostrado que estaba dispuesto a permitir que la cruz realizase su obra en contra de la carne, crucificándola y haciéndola morir. Amalec es una imagen, en todas las Escrituras, del principio de la carne que se opone a las cosas de Dios. Amalec era aquel pueblo acerca del cual Moisés le había dicho a Israel: "Por cuanto alzó su mano contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra contra Amalec de generación en generación. (Exo. 17:16) Y a Saúl le fue dada esta remisión que cumplir, pero ¿la cumplió?
"Y Saúl derrotó a los amalequitas desde Havila hasta las inmediaciones de Shur, al este de Egipto. Capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y destruyó a filo de espada a todo el pueblo. Sin embargo, Saúl y el pueblo perdonaron la vida a Agag, a lo mejor de las ovejas y de las vacas y de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, lo cual no quisieron destruir. Pero destruyeron todo lo despreciable y sin valor." (15:7-9)
EL JUICIO DE DIOS.
¿Por qué, pues, no has obedecido la voz de Jehová? ¿Por qué te lanzaste sobre el botín e hiciste lo malo ante los ojos de Jehová?....¿Se complace tanto Jehová en los holocaustos y los sacrificios como en que la palabra de Jehová sea obedecida? Ciertamente el obedecer es mejor que el sebo de los carneros. Porque la rebeldía es como el pecado de adivinación, y la obstinación es como la iniquidad de la idolatría. Por cuanto tú has desechado la palabra de Jehová, él también te ha desechado a ti, para que no seas rey." (15:17-23)
Ningún hombre puede caminar en la autoridad y la libertad que Dios ha deseado para sus hijos, si rechaza la autoridad del Espíritu de Dios en su vida y esa es principalmente la historia de Saúl.
La historia de David, que empieza en el capítulo 16, es el relato de un hombre conforme al corazón de Dios. En esta historia de David nos encontramos con lecciones de gran valor, como su rechazo y su exilio. Fue escogido entre los ocho hijos de Isaí. Los siete hijos mayores pasaron ante Samuel y cada uno de ellos parecía un futuro rey hasta que Dios le dijo a Samuel: "este no es el que yo he escogido. Finalmente apareció el más joven, que era el más enjuto, que se llamaba David y Dios puso su sello sobre él. Dios no había basado su elección en el aspecto exterior, sino que había mirado el corazón del joven.
CAP. 17
Nos encontramos con las pruebas por las que tiene que pasar David al hallarse cara a cara con el gigante Goliat. Israel se encontraba atemorizada y acobardada por aquel gigante que se paseaba de un sitio a otro entre los ejércitos, ridiculizando y burlándose de la impotencia de los israelitas y nadie se atrevía a hacerle nada. Aquel gigante se pavoneaba en su arrogante orgullo de arriba abajo, golpeándose el pecho y exigiendo que enviasen a alguien a pelear con él y nadie se atrevía a enfrentarse con él. Cuando David, un joven de corta estatura, llegó después de haber estado cuidando de sus rebaños, para llevarle la comida a sus hermanos, se encontró a todo el campamento de Israel sumido en la tristeza y la desesperación. Entonces se acercó y preguntó: "¿quién es este filisteo incircunciso para que desafíe a los escuadrones del Dios viviente? (17:26) Ese es siempre el punto de vista de la fe, que no se deja estremecer por las circunstancias.
A continuación David se fue hacia el arroyo y cogió cinco piedrecitas lisas. ¿Por qué cinco? Un poco más adelante, en 2ª de Samuel leeremos que Goliat tenía cuatro hermanos, por eso fue por lo que cogió cinco piedrecitas, ¡Estaba preparado para enfrentarse con toda la familia!
A este suceso le sigue el de los celos tan grandes que tenía Saúl de David. Desde el capítulo 18 en adelante leemos acerca de cómo persigue Saúl cada vez más a David, un ejemplo vivo del principio que expone Pablo en Gálatas, donde dice:
"Pero como en aquel tiempo, el que fue engendrado según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así es ahora también." (Gál. 4:29)
"Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne...para que no hagáis lo que quisierais." (Gal. 5:17)
De modo que Saúl estuvo persiguiendo a David e intentando matarle. Fue durante ese tiempo cuando escribió David tantos de sus salmos, esos maravillosos cánticos que hablan acerca de la fidelidad de Dios en medio de las situaciones más deprimentes. David se vio perseguido y finalmente exilado de la presencia de Saúl.
En los capítulo 21 y 22 nos encontramos con la plenitud de Dios y su abundante provisión a David incluso en el exilio, al que le da los panes de la proposición del tabernáculo. Este pan, que representa la presencia de Dios, es una imagen de ese cuidado secreto que recibe todo aquel que pasa por problemas muy difíciles, pero que espera en Dios para que le libere. A los tales Dios les da del pan oculto, del pan de la misma mesa de la Cena del Señor. Jesús dijo: "yo soy el pan de vida (Juan 6:35). "Así como yo vivo por el Padre, de la misma manera el que me come también vivirá por mí. (Juan 6:57) Cuando David, el rey estuvo en el exilio, tuvo a un profeta, llamado Gad y a un sacerdote, llamado Abiatar, cuyos recursos estuvieron a su disposición a pesar de que le estaban intentando cazar como a un pájaro en las montañas, de la misma manera que cuando tiene usted problemas y no puede a duras penas arreglarlos, puede usted encontrar en Jesucristo (que es nuestro profeta, nuestro sacerdote y nuestro rey) todo cuanto es necesario para ayudarnos a vencer las dificultades gracias a la puerta que Dios nos abre y eso fue lo que le sucedió a David, que se negó a actuar por sí mismo. En dos ocasiones le perdonó la vida a Saúl al entregarle Dios en su mano. Dando muestras de un extraordinario espíritu de fidelidad, esperó a que Dios resolviese sus problemas.
Al final del libro, nos encontramos con el fin de la carnalidad del hombre. Saúl se mete, por pura desesperación, en brujerías con el propósito de intentar leer la mente del Señor una vez que se hubo apartado de él el Espíritu de Dios. Aunque la brujería estaba totalmente prohibida al pueblo de Dios, Saúl llama a una bruja de Endor e intenta que ella llame al espíritu de Samuel. Dios anula esta orden y no envia a un espíritu que asumiese su personalidad, como esperaba la bruja que sucediese, sino al verdadero Samuel que le anuncia a Saúl su muerte inminente en el campo de batalla al día siguiente.
OBSERVACIONES FINALES.
Fiel a la profecía, Saúl y su hijo, Jonathán, el amigo del alma de David, mueren y David, que era un hombre de fe, en los primeros capítulos de 2ª de Samuel, les ensalza a ambos como hombres usados por Dios, a pesar de sus debilidades. La muerte de Saúl es un buen ejemplo de las Palabras de Pablo en 1ª de Corintios 3 acerca del creyente carnal y su obra: "Si la obra de alguien es quemada, él sufrirá pérdida; aunque él mismo será salvo, pero apenas, como por fuego.
De este modo, Saúl se une a Samuel en la vida del mas allá, pero como uno cuya vida terrenal ha sido esencialmente desperdiciada y cuya oportunidad de servicio se verá en la gloria considerablemente disminuida.